Con la llegada del verano, viajar en julio es muy común, pues las ganas acumuladas de un descanso explotan. La mayor parte del hemisferio norte entra en modo vacaciones, y este año en particular promete ser muy intenso.
Hay muchísimos lugares por todo el mundo anhelando recibir viajeros, y tras tanto tiempo de espera buscamos unas vacaciones que en realidad merezcan la pena. Es por eso que hoy te invitamos a conocer estos destinos donde puedes disfrutar de la naturaleza, de spas y hoteles en la playa.
Oaxaca, México
Lejos de las regiones costeras tan famosas para escapadas de primavera como Cancún y Cabo San Lucas, Oaxaca brilla como una de las zonas de mayor relevancia cultural del continente. Aquí descubrirás la revolución de la artesanía, conseguirás mesa en Casa Oaxaca para degustar de platos tradicionales y recorrerás las calles en busca de puestos callejeros de tacos.
Una de las razones por las que elegir julio es la Guelaguetza, que se festeja los dos últimos lunes del mes. Es una celebración de los diferentes grupos etnolingüísticos de Oaxaca en la que hay bailes, ferias de mezcal y conciertos y se exhiben preciosos trajes tradicionales.
Islandia
Aquí lo que enamora mucho es el sol de medianoche en julio: cuantas más horas de luz se tenga para explorar, mejor. Los meses de verano también permiten ir a zonas que el invierno no, como la ruta de senderismo Laugavegurinn, cuyas casas de montaña y áreas de acampada abren entre julio y septiembre.
Si deseas conocer sus fuentes termales, extensiones de roca volcánica y montañas coloridas, julio es el mes ideal para ir y disfrutar de la naturaleza.
Si no apeteces mucho la idea de hospedarte junto a la senda, hay otras opciones. El país tiene varios hoteles de lujo, como The Reykjavik Edition, de recién inauguración en la capital. Te encantarán los aperitivos locales del minibar y las maravillosas vistas de la ciudad y la costa.
Marbella, España
El huerto de Marbella Club Hotel, un vergel dentro de otro vergel. Pocos hoteles en el mundo pueden presumir de una vegetación y un microclima tan agradable todo el año.
Imaginar un julio entero aquí es posible para disfrutar la mesa que da vida y nombre al Tomato Garden, ya que alrededor de ella se celebran en temporada encuentros y cenas alrededor del tomate. Un sinfín de variedades de tomates tornan estas reuniones gastronómicas en toda una clase de agricultura sostenible y sensata.
El mágico lugar es de postal, el frescor en las noches está garantizado debido a la vegetación que inunda todo y es que, en Marbella Club todos los días parecen julio.
Botsuana, África
Aquí julio y agosto tienen un clima seco y más fresco, que para mucha gente es ideal para viajar al país, además, las lluvias menos frecuentes también significan menor riesgo de malaria.
Esta época es también el momento idóneo para admirar la fauna local, ya que los animales no suelen alejarse mucho de sus abrevaderos conocidos. Botsuana está entre los destinos favoritos para ir de safari, sobre todo por la tranquilidad.
Este año ha vuelto a abrir sus puertas el campamento Vumbura Plains de Wilderness Safaris. Su localidad, en el corazón del delta del Okavango, ofrece un rincón rodeado de fauna asombrosa, pero además, tras sus reformas, tiene muebles nuevos, suites de ventanas más grandes, arte local y menús preparados con ingredientes de proximidad y de temporada.
Además, desde aquí puedes emprenderte en muchas aventuras: safaris en barca, rutas diurnas y nocturnas en coche para observar fauna, paseos en globo y recorridos en helicóptero.
Montana, Estados Unidos
El Glacier National Park, en julio, es casi una obligación para los amantes de las flores. Aunque pueda parecer que la primavera es la mejor época para admirar los colores vivos de la vegetación silvestre, en estas latitudes es en verano cuando toman su máximo esplendor.
En Montana, la floración en estos meses es impresionante, y no te puedes perder los campos moteados de blanco, rosa y amarillo que se ven desde la ruta Garden Wall.
Cuando termines de hacer senderismo y fotos, puedes descansar en The Resort at Paws Up, un enorme rancho de casi 15.000 hectáreas. Sus tiendas de campaña de lona estilo safari te harán sentir una sensación de aventura, pero con tratamientos de spa y menús locales dignos de un hotel de cinco estrellas.
Yuniet Blanco Salas
