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Los 8 mejores tips para viajes de última hora » 2023

Los expertos apuntan que cada vez más personas reservan sus vacaciones con mayor antelación, lo cual resulta ser una ventaja, sobre todo si queremos encontrar un viaje a buen precio. No obstante, todavía queda un buen puñado de viajeros que sigue sin tener un plan concreto sobre sus vacaciones hasta pocos días antes de empezar a disfrutarlas.

Un viaje de último minuto es un riesgo, pero también una oportunidad

Es decir, más o menos un 20% reserva en el último instante. Son los denominados viajeros del último minuto. Sea por falta de tiempo, por dejadez o por cuestiones presupuestarias, la cuestión es que llegan a un par de semanas antes de irse de viaje sin nada sobre la mesa, cuando casi todo está vendido.

Ya no les queda mucho donde elegir. Y es ahí cuando entra en juego el estrés. Pero, en realidad, no tiene porque ser tan complicado. De hecho, si sigues estos ocho consejos o trucos, seguramente el proceso de reserva te resultará mucho más leve, rápido y barato.

La regla de los 14 días antes

La definición de un viaje de último minuto es aquel que se realiza con dos semanas de anticipación (o menos) al día de salida. Eso es un riesgo, puesto que las posibilidades de encontrar un buen viaje se reducen significativamente. De todos modos, al mismo tiempo, también podría convertirse en una oportunidad.

El caso es que, en muchos casos, si las plazas de las aerolíneasagencias de viajes, hoteles cruceros, no están completamente reservadas 14 días antes de la salida, lanzan grandes descuentos para cerrar sus ventas. Es justo el momento para cazar el chollo.

No te obsesiones con un destino

Esta parte es primordial. No hay nada peor que llegar en el último momento y esperar que te caigan las vacaciones de tus sueños. Abre tu mente. Busca ofertas y no destinos.

Es muy probable que encuentres propuestas si una compañía aérea está intentando llenar sus asientos o si un hotel no está tan lleno como esperaba. Huye de los destinos de moda, o que están en tendencia alcista, al revés: busca lo que a nadie le interesa en ese momento. En lugar de escoger tu destino favorito, podrías reducir el coste yendo a un destino similar y menos conocido que ofrezca prácticamente lo mismo.

Busca la temporada baja

Siguiendo un poco con el consejo anterior, para encontrar un viaje de última hora barato es clave que vayas a contracorriente. Una excelente idea es buscar destinos donde el periodo de verano sea temporada baja. Ya sabes, con menor demanda, aumenta la disponibilidad y los precios descienden.

Por ejemplo, si viajas a Nueva Zelanda en agosto te encontrarás con el invierno en el hemisferio sur, por lo tanto, su temporada baja. Las temperaturas no serán precisamente calurosas allá, sobre todo en la isla sur, pero los precios, dentro de su media, lo notan, tanto en los vuelos, como alquiler de autocaravanas, estancia o actividades en destino.

Si no quieres irte hasta las antípodas, hay lugares como Berlín, Bilbao, Marrakech o los Pirineos que recortan sus precios para atraer viajeros en lo que se considera su temporada media o baja.

Pon alertas de vuelos

Al reservar en el último minuto, un día o dos pueden convertirse en una enorme diferencia en el precio cuando se trata de vuelos. Piensa que los vuelos son una parte importante del presupuesto en muchos viajes. En ese aspecto, lo aconsejable es que tengas flexibilidad sobre todo con las fechas de salida y regreso, ya que te ahorrarás dinero.

El día de la semana en la que viajes también es decisivo. Las líneas aéreas a menudo descuentan en los vuelos los domingos y martes para viajes durante la semana siguiente. Para conseguir los mejores precios, regístrate directamente en las webs de aerolíneasmetabuscadores agencias de viajes y filtra la información que te convenga (lugar de salida, fechas, precio máximo…) y así podrás ir controlando cuando lancen ofertas que te encajen.

Otra sugerencia: si bien un vuelo directo puede ser tentador, te puede costar un ojo de la cara las semanas previas al viaje. Los vuelos sin escalas pueden costar hasta el doble de lo que pagarías si tuvieras una o dos escalas.

Dedícale un tiempo a la búsqueda

El tiempo que le dediques a la búsqueda siempre será una inversión. Ten en cuenta que te puedes ahorrar muchos euros o, al contrario, perderlos. Es fundamental investigar bien. No hay que reservar por impulso o lo primero que veas.

Si te tropiezas con lo que consideras una oferta excepcional, no esperes a que mejore. Y si no lo tienes claro, otra cosa que puedes hacer es consultar con una agencia de viajes en la que confíes. Llámalos e indaga si tienen algún viaje similar al que has encontrado. A veces tienen acceso a información exclusiva que no es posible encontrar en otros canales.

Establece un plan claro de reserva

Si compras un billete de avión demasiado rápido y no has mirado con anterioridad el alojamiento, te puedes encontrar con que o los precios de las habitaciones están por las nubes o que incluso no hay siquiera disponibilidad esos días. Eso es lo que se llama un atasco.

Y no es una excepción, sobre todo si hablamos de temporada alta como son las vacaciones de verano. Por esa razón, la prioridad es consultar la disponibilidad del alojamiento antes que el vuelo. En general, siempre te será más sencillo anular la reserva del hotel que la del vuelo. Otra opción es decantarse por los paquetes dinámicos de vuelos + hotel, en los que, además de un buen precio, no tendrás el inconveniente de coordinar las dos reservas por separado.

No sólo aviones

Aunque es verdad que hay destinos que no tienen razón de ser si no llegas a bordo de un avión, tampoco hay que olvidar que existen viajes fabulosos en cocheautocaravanatren autobús. Incluso son más baratos, sobre todo si lo comparamos con las reservas de vuelos de última hora.

Es cierto que sacrificas algunas ventajas como la rapidez, pero también ganas otras como la comodidad o la experiencia directa. Viajar en tren, pongamos por caso, puede ser una delicia cuando disfrutas del paisaje de camino hacia tus vacaciones mientras lees un libro tranquilamente sentado en tu butaca. En definitiva, es cuestión de barajar todas las opciones disponibles.

Contacta directamente con hoteles

Cuando reservas online un hotel en el último minuto y compruebas que no tienen mucha disponibilidad o bien las tarifas son altas, es recomendable llamar directamente al hotel. Allí suelen contar con una información más actualizada e inmediata.

El personal del hotel es consciente de los recargos que tiene el online y probablemente descontará si hay disponibilidad o se ha producido una cancelación ese mismo día. No sólo eso, sino que es más probable que reciba una actualización cuando estés hablando con alguien directamente, ya que obviamente esto no es posible online.

También puedes comentar con ellos sobre solicitudes especialesupgrades , horarios de salida tardía y cualquier otra cosa que no se pueda encontrar online.

Yuniet Blanco Salas

Yuniet Blanco Salas

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