No están todos los que son porque el mundo está lleno de espectaculares hoteles de los que uno no querría salir nunca, pero sí hemos elegido algunos de entre todos los conocidos. Son hoteles cuya exclusividad, apabullantes instalaciones y servicio, radica en lo que fueron o en lo que siguen siendo hoy día, en su importancia histórica, en la de sus célebres huéspedes o en los acontecimientos que dieron pie a su construcción.
Son iconos, al fin y al cabo, que merecen la visita mucho más allá del destino en el que se encuentren. Solo por cruzar sus puertas te aseguramos que merece la pena que te embarques en un avión, aunque no veas nada más. Son monumentos, obras de arte, destinos, pasado, presente y futuro en sí mismos.
1. King David, Jerusalén
Un testigo privilegiado y sufrido de la historia más reciente del país. El King David se construyó en 1931 con la forma de un palaciego edificio de piedra caliza de reminiscencias europeas.
Todos los jefes de estado que han pasado por aquí se han alojado en él y ha sido escenario de reuniones cruciales para el devenir de Israel, además de triste objetivo de un trágico atentado en 1945, cuando era sede de la Comandancia Militar del Mandato Británico de Palestina.
Hoy, sus majestuosos espacios se adaptan a los tiempos pero siguen adornados con motivos asirios, hititas, fenicios y musulmanes que evocan el pasado. Amplios jardines y pinares rodean la piscina más grande de Jerusalén en una ubicación única con vistas a las murallas de la Ciudad Vieja.
2. The Ritz, Londres
Este fue el hotel más lujoso del mundo en su creación, hace 115 años, poco después del de París. Nunca ha cerrado sus puertas. Ha sobrevivido a guerras, crisis, monarcas, «premiers» y escándalos. Cuentan que a Eduardo VII los pasteles del Ritz le quitaron años de vida.
Churchill, Eissenhower y De Gaulle se reunían habitualmente en una de sus suites. La Dama de Hierro pasó a mejor vida en otra y Rita Hayworth se quitó más de una vez el guante en sus salones. Sus maravillosas habitaciones, su club eduardiano, su bar Rivoli emulando al Orient Express y el espectacular y estrellado Ritz Restaurant, a menudo mencionado como el comedor más hermoso de la Tierra, lo convierten en obligatorio.
Es, por cierto, el único hotel galardonado con un Royal Warrant por su Alteza Real el Príncipe de Gales por sus servicios de comidas y banquetes a la familia.
3. The Beverly Hills, Los Ángeles
Es la primera referencia histórica de todo el área que hoy conocemos como Beverly Hills. Abrió sus puertas en el 1912 y se ha convertido en leyenda viva del cine, tanto como Marilyn Monroe, John Wayne, Richard Burton o Elizabeth Taylor que, por supuesto, se han alojado allí.
Su distintivo letrero y el color rosa de su fachada protagonizaron la portada del disco de los Eagles «Hotel California» mucho antes que los «selfies» de todo el que va a Los Ángeles y pasa frente a su alfombra roja. Por sus jardines tropicales se ha corrido el «star system» sus mayores juergas.
Katharine Hepburn se cayó vestida a su piscina, los Beatles montaron una «pool party» épica y en sus más de 200 habitaciones, suites y bungalós, hoy reflejo de ese glamour vintage actualizado, quién sabe qué cosas habrán pasado. Pocas paredes pueden contar más secretos que las del llamado «palacio rosa».
4. La Mamounia, Marrakech
Un regalo de bodas es el inicio de la trayectoria de este hotel, ligado a su ciudad desde hace cientos de años. El sultán Sidi Mohammed Ben Abdallah tenía por costumbre casar a sus hijos a la mayoría de edad y donarles una propiedad. Así, los nombres de sus descendientes fueron asimismo los nombres de los jardines, los “arsats”, que el rey les obsequió. Fue el Arsat al-Mamoun (el jardín de Mamoun) el que alcanzó la fama por las fiestas que el príncipe organizaba aquí y por su inusual belleza.
En los años 20 del siglo pasado los franceses cayeron rendidos a su encanto y decidieron que era el lugar perfecto para recrear el exotismo de las mil y una noches y ponerlo al alcance de los más afortunados viajeros.
Desde entonces es un hotel, un hotel en los propios muros de la ciudad que le ha visto nacer, un hotel por el que han pasado los nombres más célebres de la historia, desde Churchill a los Rolling Stones, un palacio en el que perderse y vivir el magnetismo de los contrastes de este país a través de regios patios y estancias, restaurantes de ensueño, habitaciones y riads privados de cuento y un SPA con la piscina más bonita del mundo.
5. The Plaza, Nueva York
Desde 1907 ha recibido a líderes mundiales, magnates empresariales, figurones de Broadway y realeza, la de verdad y la de Hollywood. Este mágico «castillo» de la Quinta Avenida, en la esquina con Central Park.
Es oficialmente «Lugar de interés histórico nacional», es un actor más de infinidad de películas de las que ha sido protagonista y escenario de encuentros políticos de alto nivel como los que resultaron en los Acuerdos del Plaza entre los ministros de Economía de las principales potencias mundiales en el año 85.
Truman Capote celebró aquí su «Baile en Blanco y Negro» veinte años antes. De sus 282 habitaciones, cien son suntuosas suites que imitan, como todos los interiores, el estilo renacentista francés. Su té en el Palm Court es una declaración de intenciones.
Yuniet Blanco Salas